Amanteseres...
Sus bragas delatan , el encaje negro se despide de su cuerpo y recorre sus piernas llegando a sus tobillos, sus piernas se doblan y con las manos se quita la prenda completa, se levanta y recorre desnuda la habitación, sus nalgas tiemblan a cada paso, camina hacia mí y abriendo las piernas, se sienta a horcajadas , puedo sentir su aliento dulce y cálido bajando por mi cuello, me abraza, y baila sobre las telas delgadas de mi pantalón, dibujando con su sexo el mío, como si dos engranajes ensamblaran delicadamente. Mi erección siente su cuerpo y despide unas gotas, ella me recorre con la mano sobre las telas, cada detalle de mi Verga, despega las braguetas, y mete sus bragas para seducirme sin clemencia, sus manos entran delicadamente con ellas y tantean el flujo que que cae sutilmente, dibujando con sus dedos su erecta figura.
Se levanta y vuelve nuevamente a la cama, desordena las sabanas enredándolas entre sus piernas, su sexo puede verse desnudo y abierto por fugaces momentos, cuando la luz blanca de la ventana golpea su desnudez. Sus pechos son perfectos y sus pezones están erectos al sentirse observada, la canción termina, la aguja vuelve a su lugar. Ella hace una reverencia y se despide aventando besos el aire.
Juan De Marco
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En mi jardín el deseo no tiene límites.